lunes, 29 de noviembre de 2010

La lucha por la Democracia en México y Avances en la Participación Ciudadana

Por: Luis Enrique Martínez

“La democracia supone y alimenta la diversidad de los intereses así como la diversidad de las ideas. El respeto de la diversidad significa que la democracia no se puede identificar con la dictadura de la mayoría sobre las minorías; ella debe incluir el derecho de las minorías y contestatarios a la existencia y a la expresión, y debe permitir la expresión de las ideas heréticas y marginadas”
(Morin, 1999; p. 55)


México es un país que se caracteriza por la diversidad que existe en su cultura a lo largo y ancho del país. No es objetivo del presente trabajo analizar la diversidad mencionada, mas es necesario hacer referencia a la existencia de ésta y a la composición del país, para entender los hechos sociales que tuvieron lugar en el último siglo.

Como la mayoría de los países de América Latina, México fue colonizado por los españoles, y estuvo tres siglos bajo su dominación. Derivado de las diferencias sociales que ya existían y aunado a las que se crearon durante la colonia y la forma del gobierno español instaurada en la entonces Nueva España, hubo grupos sociales que decidieron lanzarse a la lucha armada por la independencia de la nación.

En 1810 inicia la guerra armada por la independencia de México y logra consumarse en 1821. Habiendo logrado independizar a la nación mexicana de la corona española, el debate entre las élites fue, durante más de medio siglo, qué tipo de gobierno sería adecuado para la naciente nación.

No fue sino hasta finales de siglo, que Porfirio Díaz instaura un régimen oligárquico dictatorial, el cual se destacó por el desarrollo macroeconómico, las vías de comunicación que conectaban con el ferrocarril al norte con el sur, y la diversificación de la inversión extranjera. Dicho régimen finalizó hasta su renuncia en el año de 1911, habiendo pasado México antes por Benito Juárez que había gobernado durante quince años y realizando importantes reformas constitucionales para la liberalización del país.

Contrastado con el desarrollo que el país tuvo durante sus primeros años, los mexicanos vivían únicamente divididos en dos clases sociales, ricos y pobres. Quienes poseían riqueza, eran personas muy ricas, y principalmente dueñas de muchas tierras, y gran parte de los pobres, que eran mayoría, habían sido despojados de sus bienes en el centro y sur, lo cual comenzó a generar protestas. En el norte, la situación no era muy distinta, aunado a que el régimen de Díaz había suprimido el derecho de los ciudadanos para elegir democráticamente a sus representantes, y sustituyéndola por la designación del poder central.

Para 1910 el noventa por ciento de los habitantes de México no sabía leer ni escribir. En ese mismo año es fundada la Universidad Nacional. Las condiciones sociales, económicas y políticas se hicieron notar al estallar una nueva revolución que buscaba instaurar derechos sociales.

A la par, en la escena internacional la Iglesia Católica había iniciado con una campaña en la que hablaba de una doctrina social declarada por el Papa León XIII, donde por primera vez hablaba sobre los derechos de los trabajadores, los sindicatos, etcétera, y conminaba a los fieles laicos a tomar el mando de las organizaciones de la sociedad, y de ser posible a acceder a los cargos de gobierno.

Aunque en México se tardó en llegar la nueva “moda social” de la iglesia, esta doctrina no tardó mucho en convertirse en realidad y a ser proclamada por el clero frente a sus fieles, que eran la mayoría de los mexicanos, lo que generó que en la agenda de la iglesia católica mexicana también existiera una pugna por los derechos sociales y la democratización de las instituciones de la sociedad y del gobierno.

En 1917 México incorporó algunos de los derechos sociales que habían sido bandera de muchos revolucionarios en una nueva Constitución Política. Así se estableció como innovación el artículo 27 que hablaba sobre la propiedad del territorio mexicano y el uso del suelo y los recursos. El artículo 123 que posteriormente dio paso a la creación de una ley federal del trabajo. El artículo 115 que definió y delimitó al municipio libre, sus atribuciones y su composición orgánica.

Las demandas de la revolución mexicana se habían institucionalizado en el naciente proyecto de nación, pero no necesariamente se logró abatir los problemas y rezagos que la sociedad mexicana tenía, y a nivel gubernamental la élite política era frágil y seguía habiendo problemas con las sucesiones a los cargos, notablemente desde la Presidencia de la República, hasta lo local.

Fue hasta el período de Plutarco Elías Calles cuando se reorganizó a la clase política, y se institucionalizó en un “partido del régimen” (Rodríguez Araujo, 2002; p. 57) formando así por primera vez en la historia postrevolucionaria un nuevo orden político y social en el que posteriormente se fueron integrando grupos de obreros para convertirse en parte de la élite política. Aquí es cuando se hace presente la tesis de Weber en torno a la idea de la autoridad y el monopolio legítimo de la violencia, que Calles, también conocido como “Jefe Máximo” utiliza de forma eficaz para lograr establecer el orden que él pensaba que México debía tener.

Es en ese punto donde se comienza a configurar un difuso camino de la democracia en México, pero que sin duda fue el que dio paso, sea por errores o por aciertos, al despertar de la sociedad mexicana en torno a los temas del Estado.

Desde el período de Benito Juárez, la religión había sido separada del Estado, lo cual sin duda fue bueno; sin embargo, durante el gobierno de Calles se dio la guerra cristera o guerra de los cristeros, donde milicias de presbíteros, laicos y en general religiosos católicos se levantaron en armas contra el gobierno que había reducido más sus derechos políticos, se negaba la personalidad jurídica a las instituciones religiosas, así como también se había prohibido la participación del clero en la política. Es aquí cuando la religión católica y el alto clero logra consolidarse y reorganizarse en torno a sus demandas, y logra legitimar su autoridad moral frente a la población mexicana.

A la par de estas luchas, existió un proyecto de nación impulsado por José Vasconcelos, quien había sido Secretario de Instrucción Pública y también Rector de la Universidad Nacional, a quien esta última le debe parte de su autonomía. Cabe destacar, que tanto Vasconcelos, como algunos otros intelectuales como Manuel Gómez Morin, quien fuera entonces Director de la Escuela Nacional de Jurisprudencia, y posteriormente también rector de la Universidad Nacional, así como Antonio Caso, y la Unión Nacional de Estudiantes Católicos, fueron quienes principalmente organizaron a la Universidad Nacional para luchar por su autonomía.

En la Universidad Nacional se gesta un movimiento de estudiantes y catedráticos inconformes con el proyecto que se anunciaba para la Presidencia de la República, el de Lázaro Cárdenas del Río, quien proclamaba que al llegar al gobierno en 1934 instauraría un régimen socialista, donde se incluía a la educación superior.

El movimiento en contra de dicha proclama, es formado principalmente por todos aquellos intelectuales que ya desde tiempo atrás hablaban de la autonomía universitaria, y que, como reacción al cardenismo, y por sus arraigadas creencias católicas, organizaban a la Universidad Nacional en torno a lograr su autonomía. El proyecto de la autonomía universitaria es logrado bajo fuertes represiones del gobierno a los directivos, catedráticos y estudiantes universitarios, incluso tratando de ahorcar económicamente a la Universidad Nacional para impedir que pudiera seguir funcionando.

De esta forma el Partido Nacional Revolucionario, fundado por Plutarco Elías Calles, tuvo como cuna al propio gobierno. Fue el primer partido político moderno, y sin embargo había nacido del gobierno, o quizá mejor dicho, del régimen.

En aquel tiempo, la moda entre los intelectuales, era el positivismo. “Al mismo tiempo, la Revolución no podía justiciarse a sí misma porque apenas si tenía ideas. No quedaban, pues, sino la autofagia o la invención de un nuevo sistema. Vasconcelos resuelve la cuestión al ofrecer su filosofía de la raza iberoamericana. El lema del positivismo, “amor, orden y progreso”, fue substituido por el orgulloso “Por mi Raza Hablará el Espíritu” (Paz, 1993; p. 149). Y así fue como nació una nueva corriente que devino en muchos seguidores hacia el líder universitario.

Para 1934, Lázaro Cárdenas del Río habría asumido el poder, y de la mano de su gobierno, un cúmulo de cambios tanto en lo social, como en lo político y económico. Se logra instaurar un proyecto de nación inspirado en la revolución mexicana, o al menos en la forma en que el régimen entendía a la revolución.

Cárdenas, desde el poder, sustituye a Calles, convirtiéndose en el Jefe del partido, al cual le cambia el nombre para convertirlo en el Partido de la Revolución Mexicana –que posteriormente sería el Partido Revolucionario Institucional, como lo conocemos hasta nuestros días–, expropia de los inversores privados al petróleo, que era a nivel mundial el gran impulsor de la riqueza en muchas naciones, logra subir a la ola del desarrollo tecnológico e industrial al país, pero las condiciones sociales y económicas no cambian de manera substancial, el “consumidor” no lograba acceder fácilmente a los bienes y servicios necesarios, y las relaciones sociales no se encontraban objetivadas necesariamente por el dinero, como mencionaría Simmel, sino por las carencias de los habitantes.

En el año de 1939 surge el Partido Acción Nacional, fundado por Manuel Gómez Morin, quien fuera rector de la Universidad Nacional cuando le es otorgada su autonomía. Dicho partido se funda por la clase media mexicana y por intelectuales, pues nace principalmente de la Universidad Nacional.

Por los mismos orígenes que tiene el Partido Acción Nacional, no logra representar fácilmente a un amplio sector de la sociedad, pues era únicamente la clase selecta y con posibilidades de estudiar, a quienes podían llegar. Esto en el futuro fue modificado en cuanto el PAN adquirió una acción municipalista, pero fue hasta la década de los ochenta, misma en la que comienzan los triunfos de dicho instituto político, y se erige como una verdadera oposición al gobierno.

En torno a la democratización del país, en 1953 se logra que a la mujer se le otorgue el derecho a votar, derivado también de movimientos sociales, y además propuesto en anteriores legislaturas, desde 1947, por cuatro diputados del Partido Acción Nacional. Este fue un avance en el reconocimiento de los derechos cívicos y la igualdad entre hombres y mujeres.

México fue progresando, pero no fue necesariamente por la acción de sus gobiernos, sino más bien por las consecuencias no intencionadas de la acción, así como la madurez de la sociedad que cada vez se fue sectorizando más, así como educando, lo cual generó mayor consciencia social de sí y para sí. Con tal madurez, los ciudadanos mexicanos cada vez exigían mayores oportunidades, lo cual se tradujo en protestas y movilizaciones. Una protesta característica por su composición e historia, fue la de 1968 y los estudiantes universitarios y preparatorianos que fueron reprimidos por el gobierno, que demuestra la garra y la mano dura de la opresión, y por fin se quita la máscara autoritaria y dictatorial.

“Mil novecientos sesenta y ocho fue un año axial: protestas, tumultos y motines en Praga, Chicago, París, Tokio, Belgrado, Roma, México, Santiago… De la misma manera que las epidemias medievales no respetaban ni las fronteras religiosas ni las jerarquías sociales, la rebelión juvenil anuló las clasificaciones ideológicas” (Paz, 1993; p. 273). Es así como surge un nuevo despertar de la sociedad mexicana, y como cada vez más va perdiendo legitimidad el represor gobierno mexicano, que simplemente había perdido el control social.

En la década de los ochenta vienen varios cambios, el Partido Acción Nacional adquiere más fuerza que nunca, ganando importantes municipios, capitales de Estados, principalmente en el norte, y agrandando las protestas sociales en torno a la idea del fraude electoral auspiciado por el gobierno.

Un caso a resaltar es el de 1986 y la elección de Francisco Barrio Terrazas como candidato a Gobernador de Chihuahua, quien ya había sido alcalde de Ciudad Juárez. Según Barrio, el fraude no se hizo esperar, y no fue reconocido su triunfo, dándoselo a Baeza, el candidato del PRI.

Lo característico de la elección de Chihuahua 1986, fue que de la mano de un grupo grande de intelectuales como Elena Poniatowska o Enrique Krauze, por primera vez se habla de la ilegalidad del fraude electoral. El PAN inicia protestas inspiradas en la desobediencia civil pacífica de Gandhi o Luther King, donde se lleva a cabo cierres de puentes internacionales, aeropuertos, y huelgas de hambre, como la que sostuvo Luis Héctor Álvarez Álvarez, entonces alcalde de Chihuahua. Dichas protestas alcanzan a atraer la atención de distintos personajes y gobiernos a nivel internacional.

La iglesia católica, que en su mayoría se ha identificado con los principios del panismo, en Chihuahua 1986 declara por las diócesis de Ciudad Juárez y Chihuahua la no realización de misa los días domingo, en señal de protesta por el supuesto fraude electoral.

Como parte del debilitamiento del sistema hegemónico del Partido Revolucionario Institucional, este mismo partido, en 1987 comienza a escindirse, puesto que había un grupo al interior de él, que ya no se identificaba con el plan de gobierno del entonces Presidente de la República, Miguel de la Madrid, que a sus ojos había traicionado los ideales de la revolución y había instaurado el neoliberalismo. Además la situación económica a nivel nacional era devastadora, en 1982 hubo una crisis económica, que para 1987 se había agudizado. La tasa de desempleo era del 40% entre las personas económicamente activas.

Para las elecciones de 1988, el PRI llega debilitado. Cuahtémoc Cárdenas, de la mano de Porfirio Muñoz Ledo, forma el Frente Democrático Nacional, que era una escisión del PRI unido con distintos partidos y movimientos de izquierda, el cual contiende contra el candidato oficial Carlos Salinas de Gortari y el candidato del PAN Manuel de Jesús Clouthier del Rincón, en una elección altamente cuestionada por la élite política y por la ciudadanía en general. Se hizo creer que la elección la había ganado Cárdenas, y el PRI habría hecho fraude. Fue la famosa caída del sistema.

En 1989 el PAN gana la primera gubernatura en Baja California, y con ello fuertes acercamientos del gobierno se dan con el antes mencionado partido político. Es ahí cuando inician una serie de propuestas de reformas electorales, las cuales no encuentran éxito.

Es hasta la década de los noventa cuando inicia una nueva etapa de reformas constitucionales a las leyes electorales y se da paso a la creación de un órgano ciudadano que organizara las elecciones, el Instituto Federal Electoral. Con ello inicia una serie de cambios en materia electoral y social de la realidad mexicana, y se abre camino a la tan anhelada democracia.



Bibliografía:

Morin, Edgar. Los siete saberes necesarios para la educación del futuro. UNESCO. París, Francia.1999.
Rosas y Villalpando. Los Presidentes de México. Planeta Mexicana. Distrito Federal, México. 2001.
Molinar Horcasitas, Juan Francisco. El tiempo de la legitimidad. Elecciones, autoritarismo y Democracia en México.  Cal y Arena. México D.F.
De la Peña y Aguirre. Historia Económica de México. De la Revolución a la Industrialización. Editorial Océano. México 2006.
Silva Herzog Márquez, Jesús. El Antiguo Régimen y la Transición en México. Planeta. México, Distrito Federal.
Rodríguez Araujo, Octavio. Régimen Político y Partidos en México (Ensayos). Instituto Electoral del Estado de México.  Estado de México, Octubre de 2002.
Calderón Vega, Luis. Memorias del PAN (1939-1936) Tomo 1. Editorial EPESSA. México D. F. 1982
Paz, Octavio. Cien Años de Soledad. Fondo de Cultura Económica. México 1993.

lunes, 13 de septiembre de 2010

El Avance en la Objetivación de la Cultura Mexicana, y el Progreso del Narcotráfico

Una perspectiva sociológica desde las teorías de la modernidad.

Por: Luis Enrique Martínez

“In te ipsum redi, in interiore homine habitat veritas”
San Agustín


Dice Georg Simmel que la cultura está compuesta por una dualidad entre lo objetivo y lo subjetivo, arguyendo que la parte subjetiva de la cultura es la que ha sido creadora de ella, la que la inspira, los valores, el arte, la estética. Y la parte objetiva, lo que proviene propiamente de lo subjetivo, es decir; la creación. La cultura se compone por un alma subjetiva y un producto espiritual objetivo.

El presente ensayo pugna por la apuesta de Simmel, que es la de la cultura subjetiva como meta final dominante, y se enfocará en el postulado de González García de la ampliación de la preponderancia de la cultura objetiva sobre la subjetiva, en este caso situándonos en el contexto mexicano, ubicando a la primera como impulsora del progreso del narcotráfico en México, identificando variadas realidades individuales que conforman el colectivo, mismas que pueden componer una posible tragedia cultural.

Cultura según Simmel, puede ser definida como “el camino del alma hacia sí misma” . En el caso mexicano, existe una mezcla variada en la cultura, que ha sido influenciada por las culturas prehispánicas, y posteriormente por las ideas del mundo occidental cristiano en la colonización. Durante el siglo XX, la cultura mexicana ha sido influenciada también, y principalmente por el país dominante de la escena internacional, y geográficamente ubicado como vecino de México, los Estados Unidos de Norteamérica.

El narcotráfico, definido por el Código Penal Federal Mexicano, se entiende como la producción, transporte, tráfico, comercio, suministro o prescripción de narcóticos; considerados como tales a los estupefacientes, psicotrópicos y demás sustancias o vegetales que determina la Ley General de Salud, los Convenios y Tratados Internacionales de observancia obligatoria en México y demás disposiciones aplicables en la materia.

Si bien la producción, el tráfico, el consumo, el suministro o el comercio de narcóticos, se establecen como ilegales por el Estado Mexicano –con las respectivas excepciones de dosis permitidas para el consumo–, estos son una realidad existente en la cultura mexicana, que desde el punto de vista aquí expuesto, se ha ido objetivando y con ello, dichas acciones han ido en incremento.

En la realidad social de México, ha cobrado preponderancia la cultura objetiva sobre la subjetiva debido a distintas causas, se ha generado que se sobrevaloren modas que como es de su condición, antes no existían como tales. Una de ellas, y que va ligada con el estilo y la diferenciación, así como la pertenencia a los grupos sociales, es la del consumo de narcóticos.

Así podemos observar, que en algunos estratos y grupos sociales, existe consumo de marihuana, caso específico de algunos grupos existentes al interior de Universidades públicas, que de la mano de determinados atuendos, conductas, y lugares a frecuentar, generan diferenciación, pertenencia y, por supuesto, establecen una moda distinta al del resto de la comunidad universitaria.

Así mismo, el consumo de narcóticos también se convierte en factor decisivo de pertenencia y diferenciación entre clases sociales. Para otro grupo social fácilmente identificable, existe consumo de sustancias distintas a la marihuana; un caso que también ha sido moda, es el del conocido como “éxtasis” y otro más, que está cobrando importancia en México actualmente es el LSD o “ácido”, cuyo consumo es común en algunos grupos de personas, principalmente jóvenes, que gustan de la “vida nocturna” y frecuentan lugares como bares y discotecas, donde se encuentran con jóvenes de sus mismas condiciones, que a su vez, pertenecen a dichos grupos que pueden funcionar como máscaras, tras las cuales pueden ocultarse para mantener su espacio íntimo de libertad y de autonomía frente a la sociedad.

Dentro del mundo de los narcóticos, de su producción y tráfico en México, se logra visualizar que es un mercado moderno, de producción en masa y dirigido para la generalidad de las personas potencialmente vulnerables al consumo de estos, equiparable a los supermercados modernos y grandes establecimientos; a su vez, entendiendo lo que Max Weber afirma, sí existe una mentalidad compulsiva hacia el trabajo y el ahorro, ésta debido al ansia de acumulación de riqueza por parte de quienes se dedican al ilícito, donde su principal incentivo, y lo que más valoran, es la riqueza y el dinero, por encima del arte y la estética, que han pasado a ser parte de la cosificación de la cultura subjetiva.
Lo anterior define claramente al dinero como símbolo de las relaciones humanas, basadas en la objetividad y no en el sentimiento, como lo enuncia González García parafraseando a Weber, y que a su vez, este puede ser un reflejo de la sociedad capitalista mexicana, donde el consumo es el incentivo para continuar trabajando, aunque en este caso sea de manera ilegal, para lograr obtener lo efímero, las modas, el cambio permanente, debido a la fugacidad de la vida y a la falta de los valores que dan sentido, pues el dinero es igual a la objetivación de las relaciones sociales. Es aquí donde se enlazan consumo y producción y se interrelacionan, por lo que para que exista uno, debe existir el otro, y así en el narcotraficante y el consumidor.

Al respecto de las relaciones sociales, menciona Luigi Zampetti que primero se debe entrar dentro nuestro, realidad que en una época que todo se ha exteriorizado y banalizado, aun las cosas más íntimas y sagradas, no es ciertamente empresa fácil, donde las previsiones, donde lo que se había mencionado por todos aquellos que habían prometido bienestar y una nueva sociedad, mismos que poco a poco se retiran en silencio, se han mostrado falaces. Tal malestar asume proporciones siempre más vastas. Es un malestar que acomete al hombre en su esencia intrínseca. La sociedad está sofocando al hombre y a su misma posibilidad de vivir…

El problema entonces se encuentra en la falta de valores por la que está atravesando la sociedad mexicana, donde, como lo menciona Riesman, la sociedad se convierte en una “muchedumbre solitaria”, y de la mano con la tesis de Simmel del “shock de lo nuevo” que está ligándose a los avances tecnológicos y a la globalización en general, pero que a su vez se encuentran alejados de un sentido ontológico de la vida.

No existe una “rebelión de las masas”, sino más bien “de las cosas”, dice Simmel, y una de las reacciones de algunos sectores de la sociedad mexicana, es el refugio en narcóticos, que por identidad o por moda, terminan siendo parte de la cultura en sectores diversos de dicha sociedad.

La tarea será la de devolver o crear en México ese arte y esa estética, como “sentimiento de gratitud hacia el mundo y hacia la vida” , y permitir que la parte subjetiva de la cultura se engrandezca, y enaltezca a la sociedad mexicana.


Referencias:

Zampetti, Luigi. La Sociedad Participativa. Fundación Adolfo Cristlieb A. C. México 2003. Pag 23.

González García, José M. Max Weber y Georg Simmel: ¿dos teorías sociológicas de la modernidad?, Instituto de Filosofía CSIC. Pp. 73-95

Código Penal Federal. Congreso de la Unión, México 2010. Art. 193-194.

martes, 13 de julio de 2010

Sobre la Cláusula de Democracia y Respeto a los Derechos Humanos que exigen los europeos para ingresar a la U.E. y para Firmar Tratados Internacionales

Breve aproximación a la Congruencia Internacional...

Por: Luis Enrique Martínez


“Una auténtica democracia no es sólo el resultado de un respeto formal de las reglas, sino que es el fruto de la aceptación convencida de los valores que inspiran los procedimientos democráticos: la dignidad de toda persona humana, el respeto a los derechos del hombre, la asunción del bien común como fin y criterio regulador de la vida política”

Doctrina Social de la Iglesia


La Unión Europea es una asociación económica y política de 27 países democráticos europeos, establecida el 1 de Noviembre de 1993 cuando entró en vigor el Tratado de la Unión Europea, habiendo tenido varios antecedentes de organizaciones de países europeos, pero que no podían constituirse como lo es ahora por los problemas que existían de una Europa dividida entre socialismo y capitalismo, entre otros. Es hasta 1993 que después de varios acontecimientos de gran relevancia para el mundo occidental, como la caída del muro de Berlín, que se logra constituir dicha Unión.

Los objetivos que persigue la Unión Europea son promover el progreso económico y social y un alto nivel de empleo y conseguir un desarrollo equilibrado y sostenible, principalmente mediante la creación de un espacio sin fronteras interiores, el fortalecimiento de la cohesión económica y social y el establecimiento de una unión económica y monetaria que implica, en su momento, una moneda única, conforme a las disposiciones del Tratado de la Unión Europea, así como también se persigue afirmar su identidad en el ámbito internacional, reforzar la protección de los derechos e intereses de los Estados miembros, mantener y desarrollar la unión con un espacio de libertad, seguridad y justicia y la libre circulación de las personas con medidas adecuadas al control de las fronteras exteriores, el asilo, la inmigración, la prevención y la lucha contra la delincuencia, mantener íntegramente el acervo comunitario, etcétera.

Para que todo ello sea posible, los países de la UE cuentan con instituciones que la dirigen y adoptan su legislación. Las principales son las siguientes:

• Parlamento Europeo: representa a los ciudadanos de Europa.
• Consejo de la Unión Europea: representa a los Gobiernos nacionales.
• Comisión Europea: representa el interés común de la UE.

Además, la UE plantea distintas cláusulas de democracia y respeto a los derechos humanos para ingresar a la Unión Europea y para firmar tratados internacionales. Estas cláusulas, fundamentadas en el Tratado Constitutivo de la Unión Europea, así como en el Convenio Europeo para la Protección de los Derechos Humanos y de las Libertades Fundamentales, mismo que también se sustenta en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, proclamada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 10 de Diciembre de 1948, entre otros.

En el mencionado Convenio Europeo para la Protección de los Derechos humanos y de las Libertades Fundamentales, los Estados Miembros de la Unión Europea han establecido distintos puntos específicos como:

• Obligación de respetar los Derechos Humanos.
• Derecho a la vida.
• Prohibición de la tortura.
• Prohibición de la esclavitud y del trabajo forzado.
• Derecho a la libertad y a la seguridad.
• Derecho a un proceso equitativo.
• No hay pena sin ley.
• Derecho al respeto de la vida privada y familiar.
• Libertad de pensamiento, de conciencia y de religión.
• Libertad de expresión.
• Libertad de reunión y de asociación.
• Derecho a contraer matrimonio.
• Prohibición de discriminación.
• Prohibición del abuso de derecho.
• Entre otros.

Será de observancia obligatoria la aplicación de dicho Convenio, entre los Estados miembros de la Unión Europea.

Además, la Unión Europea define y realiza una política exterior y de seguridad común, que abarca todos los ámbitos de la política exterior y de seguridad, la cuál tiene distintos objetivos; de los cuáles, en el presente artículo, es de interés el de el desarrollo y la consolidación de la democracia y del Estado de Derecho, así como el respeto a los Derechos Humanos y a las libertades fundamentales.
A su vez, el Tratado de la Unión Europea, en sus artículos 300 y 310, define el actuar de dicha organización con respecto a su interior, como su exterior para celebrar con uno o con varios Estados o con organizaciones internacionales acuerdos que establezcan una asociación que entrañe derechos y obligaciones recíprocos, acciones comunes y procedimientos particulares.

El respeto a los principios democráticos y a los derechos humanos fundamentales, como se enuncia en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, inspira las políticas internacionales de los Estados que al interior, pero que al exterior también son signatarios de algún tratado internacional con la Unión Europea, arguyendo esta que constituyen un elemento esencial de los acuerdos que firma.
La Cláusula Democrática se ajusta exactamente al principio del Derecho Internacional que establece “la primacía de los derechos humanos sobre otros compromisos internacionales de los Estados”, pues, como señala el artículo 103 de la Carta de la ONU, “en caso de conflicto entre las obligaciones contraídas por los Miembros de las Naciones Unidas en virtud de la presente Carta y sus obligaciones contraídas en virtud de cualquier otro convenio internacional, prevalecerán las obligaciones impuestas por la presente Carta”. Por mencionar un ejemplo, se puede citar el artículo uno del Acuerdo Global entre la Unión Europea y México, el cuál establece que: “El respeto a los principios democráticos y a los derechos humanos fundamentales, tal como se enuncian en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, inspira las políticas internas e internacionales de las Partes y constituye un elemento esencial del presente Acuerdo”.

La idea de establecer dicha cláusula democrática y de derechos humanos como condición para la firma de los tratados internacionales con la Unión Europea, es, argumentado por ellos, que ninguna de las Partes viole los derechos humanos y que los objetivos de comercio e inversión previstos en el Acuerdo de Asociación no se realicen a expensas de la democracia ni de los derechos humanos de nadie; es decir, en este caso, que las empresas no violen los derechos humanos de los trabajadores extranjeros que resultaron de dicho tratado o convenio.

Un caso reciente podría ser el del gobierno de facto en Honduras, donde por acuerdos internacionales con la Unión Europea, dicho país se ve obligado a restituir las garantías individuales y al Presidente Zelaya, el cuál fue electo democráticamente. Esa es una clara violación a los acuerdos democráticos y de derechos humanos con la Unión Europea, por lo que dicha Unión, ha condenado públicamente al gobierno golpista, y congelado 65.5 millones de euros de ayuda presupuestaria para el país.

O como los casos donde se ha sancionado a países africanos, principalmente por el tema de violación a los derechos humanos, recortando presupuestos los europeos con dicho argumento, o con el tema de la democracia.

Si bien, la solidaridad entre naciones, manifestada en la firma de tratados internacionales, en la que un país conviene un derecho y una obligación con otro país, es necesaria, como también lo es que los países con altos niveles de desarrollo apoyen a los que no se encuentran a su nivel, también es importante establecer patrones de conducta ente naciones, lo cuál tendería a mejorar la democracia y los derechos humanos donde los índices son bajos, no se puede exigir a algunos países que mejoren al respecto, si los países desarrollados no apoyan, y al contrario, utilizan eso como pretexto para reducir el apoyo entre naciones, mucho menos cuando muchos de esos problemas, como el caso de África y América Latina, fueron originados por los países miembros de la Unión que ahora les exige cumplir con dichos patrones.

La importancia de estas cláusulas que establece la Unión Europea, es la de que esa misma Unión se dé cuenta de que puede y debe solidarizarse con los países con bajo nivel de desarrollo, para lograr que lo eleven, y garantizar condiciones más equitativas en el momento de la firma de tratados internacionales. ¡Congruencia obliga!

 

sábado, 22 de mayo de 2010

Alternativas para el Desarrollo Económico de México

Por: Luis Enrique Martínez

México está celebrando el bicentenario de su independencia y el centenario de la revolución. Los gobiernos de los distintos niveles hacen énfasis en esos dos temas de celebración y emprenden acciones para conmemorarlos, mismas que no necesariamente abonan al proyecto de nación de este país, ni siquiera en lo que respecta a generar una identidad como mexicanos, pues hay un gran desconocimiento de los significados de la independencia de México y de su revolución, y mucho menos sirven dichas acciones para crear conciencia y no ser meros pobladores, sino verdaderos ciudadanos responsables.

¿A 200 años de la independencia de México, y 100 años de la revolución mexicana, verdaderamente México ha seguido un proyecto de desarrollo económico congruente con los ideales de la independencia y principalmente de la revolución de 1910?

El proyecto de nación mexicana se encuentra establecido en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos que data de febrero de 1917, creada por Venustiano Carranza y un congreso constituyente bajo los ideales revolucionarios, mismos que se enfocaban en la equidad social, el desarrollo, la protección de los recursos del país, la educación para combatir la ignorancia, además del establecimiento de un verdadero federalismo, así como de un sistema democrático y presidencialista, pero con un poder legislativo y un judicial lo suficientemente fuertes para hacer contrapesos al ejecutivo.

Dice Méndez Morales que la economía política es la ciencia que estudia las leyes que rigen la producción, la distribución, la circulación y el consumo de los bienes y servicios que satisfacen necesidades humanas, mientras que la política económica es el conjunto de acciones que aplica el Estado en la economía.

Atendiendo a la citada definición, y para lograr el objetivo de dicho ensayo, es importante conocer cuáles han sido las políticas económicas que ha emprendido el gobierno de México y saber cuáles han dado mejores resultados y cuáles han sido erróneas, para así plantear las alternativas para el desarrollo económico de México.
Además de lo antes planteado, es importante resaltar que el país ha transitado por distintos modelos económicos; desde el intento de establecer un socialismo con Lázaro Cárdenas, hasta los modelos neoliberales implantados desde los gobiernos de Miguel de la Madrid, Carlos Salinas de Gortari y Ernesto Zedillo Ponce de León, haciendo un pequeño cambio en las políticas económicas de Vicente Fox Quezada y actualmente Felipe Calderón Hinojosa.

Lo antes mencionado evidencia que el tránsito de la vida económica de México ha sido por el capitalismo, en ocasiones moderado, en otras con más tendencia hacia el desarrollo social, y en otras ocasiones más, hasta dictatorial, aunado de un poder ejecutivo fuerte, y un legislativo que obedece al ejecutivo en la mayoría de la historia de dicho país, existiendo apenas un cambio a partir del año 1997, donde por primera vez el partido del gobierno pierde la mayoría en el Congreso y el Presidente se ve en la dificultad de atender a un Congreso plural que en ocasiones propondrá alternativas distintas a las que él plantea para el desarrollo económico del país, aunque la discusión de aquellos años fue más enfocada hacia la democratización y la creación de un sistema electoral que diera certeza a los partidos políticos y a la ciudadanía, más que en temas económicos, pues en estos no hubo tantos avances mas que en el tema del fortalecimiento de la macroeconomía y las participaciones con el extranjero; sin embargo, el tema democrático también es pieza fundamental para el desarrollo económico.

México, hasta hace pocos años ha intentado transitar por la alternativa del “Mercado Libre”, la cual se ha demostrado que no es la solución para todo, pues genera problemas en lo que toca a desproporciones; es decir, ha generado una concentración del poder económico en pocas manos, una competencia arruinante que no permite a los pequeños inversionistas crecer, genera insolidaridad y un aislamiento individual en lo que respecta incluso a temas ontológicos, subvaloración del medio ambiente y fallas en el abastecimiento.

México requiere de un sistema económico que logre la reconciliación entre el mercado y las necesidades sociales, una síntesis equilibrada coherente entre los extremos de liberalismo o socialismo, un sistema económico que atienda a la libertad humana para realizarse plenamente sin que un Estado dicte su destino, pero que a su vez dicha libertad humana tampoco se convierta en un libertinaje económico en el que la ley del más fuerte sea la que impere. Se requiere una combinación del principio de la libertad del mercado con el principio de la compensación social y de los contrapesos.

Ludwig Erhard señala que la idea inspiradora para un sistema económico debe ser la de “armonizar sobre la base de una economía de libre competencia, la libertad personal con un creciente bienestar y seguridad social”.

Para que esta alternativa de desarrollo económico propuesta por el presente ejercicio pueda ser viable, se necesita atender a algunas características específicas, las cuales deben ser la existencia de la propiedad privada, la libre formación de precios, la competencia justa y equitativa (moderada por el Estado mismo), una política económica y social activa (de ordenamiento), donde exista el derecho a la competencia, un orden laboral y social, respeto al Estado de Derecho, y dentro de este mismo, una legislación del medio ambiente, pues las esferas social y económica no pueden ni deben estar por encima de la esfera ambiental porque son complementarias.

Lo antes planteado, debe y puede manifestarse en un creciente bienestar general, y no sólo individual para abonar al bien común.

Uno de los problemas del capitalismo desmedido, y del otro extremo, que es el socialismo, es que el individuo se ve afectado en el desarrollo de su libertad, ya sea por una concentración del poder privado, o por un intervencionismo estatal. Para atacar esto, sirve la idea de la competencia y el flanqueamiento social de los económicamente débiles.

En este trabajo se plantea como opción de desarrollo económico de México establecer un sistema capitalista con una economía social de mercado, y se defiende a la propiedad privada pues los resultados de la libertad económica aseguran y financian el progreso social.

Un ejemplo de nación que ha logrado encaminarse hacia la economía social de mercado, es el caso de Alemania, donde en su política de ordenamiento, se contemplan la progresión fiscal, la legislación para formar patrimonio, el pago de jubilación dinamizado (ajuste a la inflación), un seguro de desempleo, un seguro para casos de enfermedad, apoyo y capacitación para la reintegración al mercado laboral y una legislación ambiental que intenta reducir contaminantes. Además existen fuertes subsidios a la minería y a la agricultura, educación pública, apoyo financiero a estudiantes, tarifas reducidas en transporte público y ferrocarriles para sectores vulnerables, protección al consumidor, prohibición de fusiones o adquisiciones para evitar la dominancia (evitar monopolios), ordenamiento para la admisión a ciertas profesiones (médicos, farmacéuticos, y algunos oficios como panaderos, carpinteros, plomeros o albañiles) y legislación para discapacitados.

Es evidente que un Estado que se preocupa por el bienestar de sus ciudadanos, mismo objetivo que debe tener cualquier otro Estado, tomará en cuenta las características antes mencionadas para su desarrollo, y en la medida en que exista un desarrollo individual solidario, existirá un desarrollo económico y social en cualquier país.

Un modelo económico tampoco debe ser estático, y es uno de los problemas del propuesto para el desarrollo económico de México, el caso de Alemania con la economía social de mercado fue exitoso durante décadas; sin embargo, se observan variables en constante cambio, como problemas de sobrepoblación, una sobreinterpretación de lo social, mayor competencia y menos crecimiento, menor recaudación fiscal, menor margen para bondades sociales, la necesidad de reducir gastos sociales contra la mentalidad de gran parte de la población que cree que se debe de aumentarlos, y el problema de llegar al momento por parte de los gobiernos en que no se da dinamismo al modelo y se vuelve estático por no hacer las adecuaciones necesarias y no reconocer la obsolescencia en los momentos adecuados.

México actualmente no cuenta ni con una economía social de mercado, ni con una economía de mercado libre, pues existen sueldos mínimos, existen también monopolios (caso energético), existen empresas en manos del gobierno (PEMEX, CFE), hay también sindicatos (algunos de ellos fuertes), existen AFORES, hay gastos médicos mayores, existen prestaciones del IMSS, hay un Instituto Federal de Competencia, etcétera.

Además México es catalogado por el informe sobre competitividad del Foro Económico Mundial como un país en avanzado proceso democrático pero que aun no logra consolidar dicha democracia, se encuentra entre las primeras quince fuerzas económicas a nivel internacional, hay una bipolaridad social, la clase media es débil, lo cual es un problema para la estabilidad macroeconómica, pues dicha clase es la que sostiene al país, hay también una educación bipolar en la cual existe competencia entre “licenciados vs peones”, existe también falta en el nivel medio (oficios), no se cuenta con un sistema fiscal eficaz, pues es deficiente la recaudación, el mercado laboral, según informes del mismo foro sólo comprende el 30% de la población económicamente activa, y hay un gran mercado informal. Puntos que deben atacarse inmediatamente.

Con respecto a la viabilidad en México, cabe destacar que su economía también está globalizada y bajo una presión fuerte de países competidores, con tratados de libre comercio entre países que no están al nivel de México y que fácilmente pueden superarlo, existe una brecha social enorme, y hay una marcada división política de autobloqueo.

¿Qué falta?
A manera de conclusión, México ha logrado caminar de manera exitosa en algunos de los puntos que marca su proyecto de nación, el cual fue inspirado en los ideales revolucionarios; sin embargo, para que México encuentre la alternativa que sea con respecto al desarrollo económico, hace falta concretar algunos puntos específicos, los cuales deben ser la integración al mercado formal, el fomento a la inversión para la creación de nuevos empleos formales, desburocratización, hacer eficiente y eficaz al sistema fiscal, además de volverlo más accesible y sea mucho más fácil para el contribuyente hacer declaraciones fiscales, fortalecer al Estado de Derecho, pues si México no se rige bajo el respeto a sus reglas, difícilmente podrá caminar hacia el desarrollo, en el caso de los inversores tanto mexicanos como extranjeros, falta comprometerlos a contribuir en la formación profesional de sus empleados, además de mayor integración de la población en los sistemas sociales, como el seguro popular, y eficientar dichos sistemas sociales para que verdaderamente cumplan los objetivos para los que fueron creados. Otro punto estratégico debe ser la democratización de los sindicatos, pues mientras el dirigente sindical sirva a intereses ajenos a sus representados, éstos no tendrán la representación que merecen y no se transitará hacia la mejoría de las condiciones de los trabajadores, y por último, pero no por ello menos importante, sino al contrario, tan importante como todos los puntos señalados, mejorar al sistema educativo, de tal forma que la educación pueda llegar a cualquier lugar del país y además volverlo avanzado; es decir, que México apoye fuertemente a la creación de ciencia, pues esta será la que vuelque al país de la obsolescencia hacia la vanguardia en el mundo.

Referencias:
Johannes Hausser, Economía Social de Mercado, ¿un modelo para México?
Méndez Morales, Problemas Económicos de México.

martes, 2 de marzo de 2010

Sobre la renuncia de Gómez Mont al PAN y las Alianzas PAN-PRD...

Por: Luis Enrique Martínez

Conducción:

Cuando haya dudas del actuar de Acción Nacional con respecto a ciertos temas, las respuestas son fácilmente identificables, y se encuentran en la doctrina de Acción Nacional. El 6 de Junio de 1939, justo cuando el Partido Acción Nacional se encontraba concretando sus planes fundacionales, Manuel Gómez Morin decía: "... Se funda no con la intensión de ser un partido ocasional, circunstancial. No será un partido de elecciones, sino una organización permanente con un cuerpo de doctrina, con una filosofía política y social que defenderá siempre" y unas décadas más tarde, Abel Vicencio Tovar, quien fuera también Presidente Nacional del PAN, señalaría la necesidad institucional de volver a las fuentes, urgencia del día de hoy hacia los gobernantes panistas y los dirigentes del PAN...

Decía Gómez Morín que el poder hay que merecerlo, y que "Acción Nacional nunca se casará con un régimen, ni aun con el que pudieran formar hombres suyos llegados al poder..." frase destacable en estos momentos que atraviesa el PAN, cuando un importante miembro de dicho partido y Secretario de Gobernación, renuncia a sus filas por no haber logrado hacer respetar el pacto que a nombre del PAN, éste haría con el Revolucionario Institucional.

El Secretario de Gobernación Fernando Gómez Mont ha sido elogiado por la opinión pública destacándolo como un hombre congruente y que defiende su palabra, y en efecto, a simple vista y lo que el Gobierno Federal y los medios de información han hecho ver a los ciudadanos mexicanos es esa versión de la historia, cuando como panista, y como gobernante, fue incongruente con los postulados de Acción Nacional.

El PAN siempre ha defendido que debe haber una sana distancia, misma que no implica que no haya coordinación, entre el partido y sus gobiernos, así como también que las decisiones que sean del PAN, se deben tomar en el PAN y solamente en el PAN, excluyendo a grupos externos de cualquier tipo, y al mismo gobierno aunque sea panista, que sin dejar de tomarlo en cuenta, no debe dictar las decisiones del PAN desde la oficina en que despache.

El embrollo se encuentra en que el Secretario de Gobernación Gómez Mont negoció con el PRI que el PAN no se aliara con el PRD para los procesos electorales del año 2010, especialmente el de Oaxaca, a cambio de que el PRI aprobara la propuesta de reforma fiscal del Gobierno Federal.

El hecho es que Gómez Mont, como Secretario de Gobernación no contaba con ninguna autoridad para negociar temas del PAN ni con el PRI, ni con ningún otro partido político o institución del tipo que fuera, pues no era representante del PAN, sino del Gobierno Federal.

La crítica versa en que los gobiernos de Acción Nacional, por simple congruencia, no pueden dictar a este partido las acciones que debe realizar, ni el partido debe ser un servidor de sus gobiernos y/o gobernantes, pues se convertiría en un partido de estado, como lo fue el PRI mientras mantuvo la Presidencia de la República.

En el partido del régimen, como lo clasificaría Valdez Zurita, era el Presidente de la República quien decidía la conducción del PRI e incluso elegía de manera unilateral y totalmente antidemocrática quién sería su sucesor, sin tomar en cuenta a la dirigencia de dicho instituto político, ni mucho menos a su militancia. El PAN no puede ser eso, pues se convertiría en lo mismo que durante toda su vida ha criticado.

Con respecto a las alianzas, toda alianza electoral del PAN con cualquier otro partido político, que sea fundamentada en un bien mayor, y no sea un simple “episodio electoral” como mencionaba González Luna, debe ser bien vista y aprobada por el panismo.

La existencia de diversos partidos políticos en México, evidencia una clara pluralidad de ideas, y ninguno de estos partidos será igual, tanto por sus miembros, como por sus principios, ideología, doctrina, e incluso por las circunstancias históricas que influyeron para que un grupo de personas decidiera formar cada uno de esos partidos. Las alianzas con partidos políticos con los que Acción Nacional difiere en algunos temas, como es natural por lo ya antes expuesto, prueban que en México sí se puede hacer acuerdos, incluso entre grupos de personas que difieren en diversos aspectos.

El PAN siempre se ha destacado por ser, donde no es gobierno, un opositor gradualista, convencido de los consensos y se empeña en buscar coincidencias y diluir diferencias, un opositor que siempre se ha destacado por privilegiar la vía del diálogo fundamentado en su vocación humanista, es por ello que Acción Nacional se atreve a formar alianzas con fuerzas electorales con las que puede ser distinto; sin embargo, la virtud del PAN es lograr trabajar sobre las coincidencias y no sobre las diferencias. Todos somos mexicanos y el objetivo se debe llamar México.

La incertidumbre de destacados panistas que han señalado como no convenientes y sin sustento a las alianzas electorales, como el caso de Manuel Espino, ex Presidente Nacional del PAN y actual Presidente de la Organización Demócrata Cristiana de América, no versa sobre si los candidatos de las alianzas lograrán ganar los cargos de elección popular, sino sobre la efectividad que tendrán sus gobiernos, lo que seguramente será visto y analizado profundamente cuando dichas gestiones hayan concluido, solo es cuestión de tiempo.

domingo, 28 de febrero de 2010

Estrenando Blog

Saludos a todos:


El día de hoy he creado este blog para escribirles constantemente. El objetivo de hacer el blog es para expresar algunas ideas de las cosas que me interesan y compartirles un poco más sobre mí, que podamos compartir opiniones, puntos de vista y así mismo construir una mejor propuesta creada por todos los visitantes.

En ocasiones suele suceder que queremos expresar algo, o que tenemos una idea que nos parece buena sobre algún tema, y finalmente cuando queremos recordarlo, simplemente lo olvidamos o no lo recordamos completamente, así que aquí estaré escribiendo ese tipo de cosas que generalmente aparecen en la mente y que será importante grabarlas con estos signos que en lo personal me parecen uno de los mejores inventos que ha hecho el hombre: las letras.

Espero que en verdad sea sencillo utilizar "blogger", pues es la primera vez que creo un blog de este tipo. Algo que me gustó es que leí que puedo actualizarlo desde el teléfono móvil, aunque aun no he averiguado cómo, pero espero hacerlo pronto, y seguramente de esa forma escribiré más constantemente, a fin de cuentas soy adicto a mi móvil...

¡Les mando saludos a todos y un fuerte abrazo, que tengan un excelente inicio de semana!

Luis Enrique Martínez