martes, 17 de mayo de 2011

Mando Único Policial, ¿una propuesta viable?


Por: Luis Enrique Martínez C.


“Tenemos que hacer planes para la libertad, y no sólo para la seguridad, por la única razón de que sólo la libertad puede hacer segura la seguridad”
Karl Popper

El pasado 6 de octubre de 2010, el jefe Ejecutivo Federal presentó ante el Presidente de la Cámara de Senadores, del H. Congreso de la Unión, la iniciativa con proyecto de decreto por el que se reforman diversos artículos de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, para establecer el Mando Único Policial, mismo que surge a raíz de los “Diálogos por la Seguridad, Hacia una Política de Estado”, llevados a cabo con Gobernadores, Legisladores, Alcaldes, Líderes Religiosos, Representantes de la Sociedad Civil, Empresarios, Académicos,  y en los cuales se han planteado las siguientes líneas estratégicas:

1. Fortalecer las instituciones de seguridad pública, particularmente, ministerios públicos, jueces y policías;
2. Poner énfasis en la prevención social de la violencia y el delito, con programas específicos de educación, deporte, recreación y trabajo para jóvenes;
3. Fortalecer la corresponsabilidad entre los tres órdenes de gobierno y, en su caso, entre los distintos poderes públicos, en materia de seguridad pública y,
4. El seguimiento, evaluación y control de los programas y acciones en materia de seguridad pública, a cargo de organizaciones y representantes de la sociedad civil.

Es reconocido que en la actualidad México se encuentra ante el reto de librar una batalla en contra de los criminales, y en particular del crimen organizado, que ha penetrado en la sociedad mexicana y se ha convertido en un lastre para el desarrollo de ésta.


Actualmente y derivado de la inseguridad que existe en México, se han generado problemas para atraer inversiones, para el turismo, para la educación, para vivir tranquilamente, para la productividad de los trabajadores, etcétera, por lo que el Gobierno Federal ha considerado necesario establecer una estrategia de combate frontal en contra de la delincuencia, y posteriormente ha intentado incluir la visión de distintos sectores de la sociedad organizada.

El tema específico a tratar en el presente trabajo es la viabilidad o no, de la iniciativa que crea el Mando Único Policial, con respecto a la administración pública, la política y gobernabilidad, y la eficiencia y eficacia que necesitan las corporaciones policíacas en México.

Es necesario señalar que existen más de 1,600 corporaciones policíacas en todo el país, que obedeciendo al pacto federal existen en los tres órdenes de gobierno; es decir, Gobierno Federal, Gobiernos Estatales y Gobiernos Municipales; sin embargo, entre ellas se pueden identificar graves problemas, mismos que han sido señalados en la exposición de motivos de la iniciativa antes mencionada, los cuales son los siguientes:

“Si preferimos cantidad por calidad de elementos policiales; si resolvemos la mala distribución y cobertura actual; la conveniencia de contar con agentes más jóvenes; la estigmatización social; los desequilibrios o desbalances; la inestabilidad por la alta rotación de los elementos policiales; en suma, debemos plantearnos la asunción de un modelo policial claro, identificable, diferenciable”.

En noviembre de 2008, en el Consejo Nacional de Seguridad Pública, se aprobó el Modelo Nacional de Evaluación y Control de Confianza para las instituciones policiales y de procuración de justicia, en el cual se señala que “no obstante, la delincuencia organizada, a través de su especial capacidad corruptora, sustentada en su poderío económico, ha logrado vulnerar a las instituciones policiales, principalmente aquéllas que tienen mayor acercamiento a la población, es decir, las policías municipales”, por lo que se pretende establecer un Mando Único Policial que exija “doctrina propia, liderazgo, inteligencia y contrainteligencia, carrera policial, régimen disciplinario, e imagen pública respetable” como lo señala la iniciativa que le da vida y que se rige bajo las siguientes premisas:

a) Se crean o fortalecen policías estatales capaces, profesionales que logren la confianza y el apoyo social.
b) Concentra el mando de todos los cuerpos policiales de los estados en el Gobernador de cada entidad.
c) Adopta el “principio de subsidiariedad”, el cual se traduce en que el orden de gobierno más amplio o mayor no debe hacer lo que el orden de gobierno más cercano a la ciudadanía puede hacer.
d) Adiciona el “principio de corresponsabilidad”, el cual consiste por una parte, en la obligación compartida que tienen las instituciones de seguridad pública de cumplir con los fines de la misma, y por la otra, con el apoyo que deben brindarse las instituciones policiales entre sí, para la debido ejercicio y cumplimiento de sus atribuciones.
e) Defiende la necesidad de conservar y desarrollar a la policía municipal, en la medida en que cumpla con las condiciones objetivas de desarrollo institucional.
f) Reconoce en el factor humano el componente más importante del estado de fuerza policial, por encima del componente tecnológico.
g) Apuesta por la carrera policial para aquellos hombres y mujeres que buscan como proyecto personal de vida, la profesión policial.


Es necesario tomar en cuenta que sólo 12 de los 31 estados tienen cuerpos policiales en todos sus municipios y más de 400 municipios en el país no cuentan con un cuerpo de seguridad pública propio, mientras que casi el 90% de los que sí tienen policía, disponen de menos de 100 elementos. Las 25 corporaciones más importantes concentran el 26% del estado de fuerza.
Los defensores del federalismo han dicho que tal iniciativa vulnera a éste, y resta capacidades al Municipio Libre, que ha sido la principal creación como contrapeso al centralismo, así como también que es una estrategia para concentrar más el poder en el centro.

Los Gobernadores de los Estados, emanados de distintos partidos políticos se han mostrado a favor de la creación del Mando Único Policial, pues éste les otorga más poder y recursos para el combate a la delincuencia, así como también el Gobierno Federal está de acuerdo en entregar tal responsabilidad a los Gobiernos de los Estados, por lo que en materia política seguramente sea fácil conciliar intereses.

México ha dado un salto grande en el Federalismo a partir de 1989 que por primera vez un partido político distinto al del Presidente de la República, logró que se le reconociera el triunfo en una gubernatura, pero a pesar de ello, todavía existe una cultura de centralización del poder y Presidencialista, por lo que la creación del Mando Único Policial no parece políticamente inviable.

A nivel municipal, existen más de 400 municipios que no cuentan con una policía propia. En los estados pequeños, principalmente en el centro del país, las policías municipales funcionan mejor que en los Estados del norte o del sureste, que cuentan con mayores extensiones territoriales y, principalmente en el norte del país, donde las distancias en los municipios son mayores, no siempre son grandes poblaciones en número de habitantes, y el patrullaje a veces no es suficiente.

En lo que respecta a la administración pública, parece que la propuesta de eliminar las policías municipales y sólo conservar las que funcionen, pero hacerlo únicamente bajo la tutela de los Gobiernos de los Estados, pareciera viable; sin embargo no se puede dejar de lado consideraciones como la falta de capacitación de las policías en algunos Estados, los abusos de los agentes policíacos,  y la falta de eficacia en su labor. Concentrar el mando de la policía en los Estados, puede ser un arma de doble filo que en principio genere descontrol en la administración de dicha policía, aunado a que no se han establecido los mecanismos de control para lograr mejorar a las policías estatales.

El acceso a mejores salarios por parte de los policías estatales puede ser un incentivo para que disminuya la penetración del crimen organizado a dichas corporaciones; sin embargo, se deben crear mayores incentivos para que los trabajadores de las policías, se sientan seguros y puedan acceder a oportunidades dignas y mejores condiciones de vida para ellos y para sus familias.

En lo que respecta a la coordinación entre los distintos órdenes de gobierno, es necesario no perder de vista que el hecho de que se conserven sólo pocas policías municipales a cargo de los Gobiernos Estatales y que exista una policía homologada en los Estados, no significa que existirá una coordinación entre tales policías y la policía federal, como se encuentra establecido como uno de los objetivos del Plan Nacional de Desarrollo 2007 – 2012.

El presente trabajo no podría aventurarse a decir si el Mando Único Policial servirá; sin embargo, si se establecen los índices y controles correctos y necesarios para que éste funcione, quizá se pueda obtener un buen resultado, mas será cuestión del tiempo, y nuevamente de la voluntad de los mandos superiores de hacer las cosas correctamente, pues no se puede olvidar que jefes de policía de los Gobiernos Estatales, han sido aprehendidos por tener nexos con el crimen organizado.

Resulta importante que se involucre a la sociedad en las políticas de seguridad, y que ésta participe activamente para recomponer el tejido social y generar una mayor cohesión; aun teniendo el mejor modelo policial, si no se involucra a la sociedad, los resultados no mejorarán sustancialmente, pues la mayoría de los males que aquejan a la sociedad mexicana, se pueden combatir por medio de la participación responsable y solidaria de sus miembros.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario